Norma y Andrea, dos hermanas de Barcelona. Nos cuentan como y porque se lanzaron al mundo sin prejuicios en la mochila.

¿Qué significa para vosotras el viajar y que os aporta?

Para nosotras viajar es aprender y crecer. Sentimos que los viajes no solo son una manera de explorar el mundo que nos rodea, sino que también nos permite descubrirnos y conocernos. A nivel espiritual y emocional, pensamos que cada vez que hacemos un viaje volvemos diferentes, de alguna manera las vivencias nos permiten cambiar y desarrollarnos como personas. Nosotras cada vez nos sentimos más autónomas, más empoderadas, más fuertes, y más libres.

Además, viajar te permite conocer espacios, culturas, personas, climas, alimentos, paisajes, rituales, animales, maneras de hacer,… diferentes a lo que estamos acostumbradxs. Todo esto solo se puede hacer dejando los prejuicios en casa y entregándote al momento y al lugar. Hay que mostrarse abierto, dejarse llevar y conocer en esencia el país visitado.


NYMPHAS – STAMPBY

¿A qué edad empezasteis a viajar y cual fue vuestra motivación para ello?

Nuestro primer viaje juntas fue hace 9 años, y fue un regalo de aniversario para Andrea que cumplía 18 años. Nos fuimos a Ibiza durante un fin de semana. Fue un viaje muy breve, pero lo recordamos con muchísimo cariño.

Durante ese fin de semana sentimos la libertad y la sensación de estar perdidas por el mundo, de hacer lo que queríamos y de disfrutarnos. Fue una gran experiencia y eso nos motivo a seguir viajando, cada vez más días y cada vez más lejos.

¿Cuál es la experiencia que más os ha marcado, o lo que os haya sorprendido de vuestras aventuras?

No nos podemos quedar solo con una experiencia, tenemos 10000 recuerdos guardados bajo llave en nuestra cabeza y en nuestro corazón. No obstante, tenemos mucho más presentes los momentos de risas descontroladas, esas situaciones que nos han hecho estallar de la risa. Obviamente los buenos momentos no son los que mas nos han marcado, pero si los que recordamos más a menudo cuando hablamos entre nosotras de los viajes.

En cambio, una de las cosas que más nos llama la atención de nuestros viajes es el choque cultural, es decir, las costumbres o la manera de hacer de las personas del lugar. Nos sorprende mucho que frente a un mismo estimulo respondamos de maneras diferentes, y nos damos cuenta de que el contexto y el entorno lo es todo. Que el lugar te condiciona y que hay tantas maneras de hacer como personas en el mundo. Pero sin duda nos quedamos con todo lo que nos une, realmente no hay tantas diferencias entre “yo” y “el otro”. Hemos aprendido que la esencia de las personas es la misma y que todo el mundo busca vivir tranquilo y ser feliz.

Para nosotras es importante ser “viajeras” y no “turistas”. Nos preocupamos por la realidad del país, intentamos que nuestra presencia cause el menor impacto posible, disfrutamos del camino y nos sentimos involucradas en las diferentes realidades que nos encontramos. Nos sentimos parte de un todo.


NYMPHAS – STAMPBY

Nuestra filosofía es hacer del viaje una herramienta de aprendizaje, ¿creéis que se puede utilizar el viajar como un método educativo? ¿Por qué?

Somos unas grandes defensoras del “aprender haciendo”, del exponerse y descubrir por medios propios aquello que nos proponemos.
Viajando se aprende muchísimo, sobre uno mismo y sobre el mundo que nos rodea. Sin ser conscientes captamos los estímulos externos y rebuscamos en lo más profundo de nosotros para hacer frente a las nuevas situaciones y realidades que se presentan.
El hecho de sentirte perdido y fuera de tu zona de confort te hace buscar y poner en marcha otros mecanismos. Se trata de un reto en el que se fomenta la creatividad, el pensamiento, el espíritu critico, la superación, las habilidades, la fortaleza, etc.
Lamentablemente nada de esto se puede aprender des de el sofá de tu casa,o por lo menos no se aprende de la misma manera.


Nos encontramos con mucha gente que no viaja por miedo a lo desconocido, ¿qué le diríais a esa gente?

Entendemos que la poca información y/o el desconocimiento nos puede llevar a sentir cierto miedo. Miedo a no tener el control absoluto de lo que puede pasar, miedo a la incertidumbre, miedo a correr algún peligro, miedo a no sentirse capaz, etc.
Viajar supone cruzar nuestros propios limites, supone salir de nuestra zona de confort y eso nos puede asustar. Nosotras viajamos con respeto y con prudencia, pero no dejamos que el miedo nos mantenga en casa. Hay que superar nuestros propios limites y hay que ponerse a prueba, para vivir y para crecer.
Ahora que ya hemos mantenido nuestro miedo a raya, nos sentimos más fuertes y libres que nunca.
Animamos a todo el mundo a viajar, a exponerse y ha experimentar. Da lo mismo si son viajes cortos o largos, lejos o cerca…lo importante es salir y perderse.

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